Medio de difusión literaria del
Taller Literario Glitza
Corporación Universitaria del Caribe CECAR.
Asesorado por RENATA
Ministerio de Cultura.

miércoles, 7 de abril de 2010

EDICIÓN Nº2








Taller de Escritura Creativa “José Félix Fuenmayor”


Por: Alejandra García Mogollón


En la escritura se pueden explorar diversos caminos hasta encontrar la vitalidad del texto. El escritor puede tejerse en las historias de los otros, habitar la soledad del texto, aplastar al tiempo desgastado en el papel y conservar las enseñanzas abonadas en la pluma. El compartir lo escrito, lo leído y hasta los criterios surgidos desde las palabras anidadas entorno a una taza de café, proveen al escritor en formación de herramientas para el oficio de escribir.

Es así como la dinámica de los talleres de Escritura Creativa se forjan con las experiencias de sus directores, sus participantes y del entorno que alimenta las puntadas en el papel. Este encuentro singular, unido a los distintos intereses, pretende al final lograr una rica producción textual con excelente calidad que promueva en los nuevos escritores la disciplina y la búsqueda de los caminos más adecuados para llegar a “su escritura”.

En Colombia, existe desde el 2006 la Red Nacional de Talleres de Escritura Creativa (RENATA) del Ministerio de Cultura, con importantes logros a nivel literario y una publicación anual de excelente calidad que respalda el trabajo de los talleres. Cada taller se desarrolla bajo los lineamientos y metodología escogida por el director. Es difícil por ello evaluar el funcionamiento y la efectividad de los talleres de escritura creativa y escoger al mejor del país.

En el año 2009 el taller de Escritura Creativa “José Félix Fuenmayor” a cargo del escritor Barranquillero Antonio Silvera, fue escogido como el mejor taller del país de entre cuarenta talleres que hacen parte de la red RENATA. Los criterios para la escogencia del taller no sólo se basaron en la calidad de sus producciones textuales, la aplicación de estándares de calidad, los reconocimientos a nivel nacional, la gestión, el posicionamiento en el ámbito regional y nacional, sino en el hecho de contar con un programa estructurado y articulado alrededor de las necesidades de los participantes del taller.

En ello, el mismo Antonio confiesa la importancia de la poesía en la creación y tres aspectos fundamentales que no faltan en su taller: la selección cuidadosa de autores para su lectura y análisis consiente, la reescritura como pilar fundamental dentro del proceso de la escritura, siempre conservando el primer borrador, y por último, como diría el escritor y cronista asociado a RENATA, Cristian Valencia, el transmitirle a los participantes del taller la corriente infinita que circula e inunda de palabras los días de los “enfermos de literatura.”

Luis Carlos Galván





Por: Luis Carlos Galván
Estudiante de Derecho

El maestro de yoga pasó las manos por su cabeza, el desespero es notorio, mira a su alrededor una multitud de personas caminando con afán otros permaneces impotentes en sus autos por la imposibilidad de dejarlos abandonados es el paisaje que lo acompaña, sin duda no es el único que desea llegar pronto y a tiempo a su destino, el ambiente pesado y hostil es general solo andan felices un par de vendedores de helados y una joven rubia despampanante repartiendo volantes robándose las miradas de todos los transeúntes y despertando suspiros olvidado por un instante la realidad, es que un embotellamiento de 2 horas es una gran prueba a cualquier persona súper calmada como él.

El compás de las bocinas de los automóviles es un estribillo desazón, aun le retumban en sus oídos las palabras de su mamá hace unas horas- hijo hoy me enseñas como haces para controlar el estrés, recuerda el médico me dijo ayer que estoy así de enferma es por culpa del estrés.

¡carajo! ¡Carajo! No me podré calmar -logra imaginarse estando en la cumbre del Everest escuchando el sonido característico de las montañas y contemplando la majestuosidad de la vista más alta de la tierra, inoportunamente repica el celular devolviéndolo a su angustiosa situación; es el director de la Academia que lo está esperando se le acelera el palpitar de su corazón, ignora la llamada, ahora más que nunca quiere salir de este agobiante y estresante lugar, intenta hacer uno a uno los cientos de ejercicio de relajación que practica pero hoy ninguno es eficaz, constantemente le llegan a su cabeza la imagen de sus discípulos en clase, los mismo que ahora lo esperan en la ceremonia de grado, recuerda como sistemáticamente los incitaba a apartarse del mundo para que en esa quietud reencontrarse con su yo interior y poder escucharlo, todo parece una ironía burlesca, quizás el creador del universo se esté destornillando de la risa.


El maestro siente el peso del tiempo en su espalda llena de nudos al ver como cada minuto que pasa es un reproche interno por no cumplir lo que tanto predica, siente como lo invade una sensación profunda de frustración, el horizonte se adueña de su mirada, intempestivamente de un momento a otro baja el vidrio tomando un volante de publicidad de la Academia que le habían dejado en el parabrisas, sonríe y exclama: ¡ustedes ganan! Definitivamente me convirtieron en todo lo que les critique y les reproche.
Extiende su brazo enciende la radio sintonizando una emisora musical interrumpiendo de un tajo ese silencio afligido que se respira dentro de su auto, logrando por fin calmarse.

POESÍA * Nº 2


En la sombras contemplo una llama,
mientras el alma arde
al compás de la soledad...

La poesía se levanta con los días. Se alimenta de las luces y las sombras, del tatuar en la memoria, los lunares en las pieles, entonces aparece, la mirada del transeúnte, olores que viajan hacia el pasado, el olvido de la sangre, sin medir al tiempo. Cada voz guarda sus palabras en las manos del viento, las deja allí a la merced de otras voces que perpetúen su encuentro.

LA MORADA DEL CONEJO

Por: Jaime Sttivend's
Estudiante de Ing. Sistemas



Nocturno el placer de su imagen,
al traer recuerdos tan redondos cual naranjas,
ya siente el ocaso su aroma,
blanco y bello color de luna.




ESTAS.

Cecilia E. Pedroza
Poeta Invitada


En lo que el viento canta entre las hojas
En el suspiro de la mañana lúcido de rocío
Entre los brazos del sol que congojan
Las flores, el agua, el mar y el amor mío.

Viajan las sombras en el tren del olvido
Y quedan mis besos en tu boca
En los sueños de un amor perdido
Entre la distancia y supuestos de adrolla.

Estas en el día que emerge con las cosas
Estas en la promesa del rojo a las rosas
Estas en mis noches y en ellas tu nombre clamo.

En la acremonia de tu ausencia a mi alma
En la alegría del sol al esperar el alba
En lo recio de los rumores… y aún así te amo.

ÚLTIMO

Por: Alejandra García M.
Estudiante de Lic. En Básica

Vientos impregnados de soledad acompaña la oscuridad.
Escribir para romperle los lazos al camino.
Apagar suspiros con sueños.

La pálida noche vigila,
contando las lágrimas incrustadas,
en recuerdos que se anidan detrás de los ojos.

Enseñas a extrañar los gemidos del viento
y lo que abandonaste por la soledad.

Creíste en el árbol y en la noche.
Creíste que las sábanas no te reprocharían el cambio de piel.

Muéstrame que no todo se lo han llevado los dioses del olvido,
que las paredes no suenan al caer
y el viento es azul al tacto de nuestros jadeantes sexos.

Permíteme observarte sostenido de una rosa,
con tu cuerpo suplicante.

He discutido con la noche,
y he perdido tu sonrisa.

Voltearemos las historias de los antiguos
buscaremos el diluvio perdido
de nuestros días de soledad.

IN MEMORIAM * Tomás Eloy Martínez

Foto: Gonzalo Martínez
Foto: Gonzalo Martínez
Gonzalo Martínez, hijo mayor del periodista fallecido el 31 de enero a los 75 años, dijo que el homenaje será "un poco lo que nos acompañará en el resto de la vida... es una emoción sobre toda la esperanza, el recuerdo y el legado que dejo papá".

Fragmentos del discurso de Tomás Eloy Martínez en el Congreso de la lengua en Cartagena, Colombia, Marzo 2007, en un homenaje a Gabriel García Márquez. Habla de la relación entre TEM y GGM y de Cien años de soledad

Somos, por lo tanto, la queja, pero también la fuerza para no doblegarnos, la voluntad para renacer, la dignidad para recrearnos con belleza en las páginas de nuestros grandes escritores, de García Lorca a García Márquez.

La lengua a cuyo abrigo nacimos es siempre ella misma: no la cambian ni el vértigo de los lenguajes virtuales ni la impaciencia de los jóvenes cuando dialogan con palabras de ortografía quebrada ni las febriles imaginaciones con que la tecnología va vistiéndose casi a diario con ropas nuevas. Hace dos años hemos releído el Quijote como si hubiera sido escrito ayer y dentro de cien años los amantes seguirán amándose con los sonetos de Quevedo y en los teatros seguirán representándose La Celestina y las comedias de Lope con el mismo asombro de hace medio milenio. La lengua nos hace iguales ante la realidad, pero la realidad nos devuelve desiguales a la lengua, sobre todo en este continente donde las dictaduras, la violencia y los fundamentalismos nos sumieron en la miseria y en una ignorancia de la que no nos es fácil salir.

Más de una vez me pregunté qué habría sucedido si hubiéramos leído Cien años de soledad con la ortografía simplificada que nos propuso García Márquez en el Congreso de Zacatecas, sin los desconciertos de las ásperas jotas y de las ges de música indecisa, sin las haches menesterosas y avergonzadas, y con las eses y las ces fundiéndose en los abismos de ninguna parte. Así leí de niño el libro fundador de la literatura de mi país, Facundo o Civilización y Barbarie, y así llegué por primera vez a la Silva a la agricultura de la zona tórrida, porque tanto Andrés Bello como Domingo Faustino Sarmiento confiaban en que una ortografía menos enredada nos acercaría más al espíritu secreto de la lengua.

Tuve que volver a leer el Facundo y la Silva con la ortografía que imponía el uso y no el afán docente de sus autores, y habría vuelto a leer muchas veces Cien años de soledad aun con las haches ausentes y sin las jotas musicales, pero la novela entrañable para mí es la otra, aquella que salió del corazón y del deseo de su autor en 1967, y no la que habría sido modificada por la escritura de la razón.

Concurso para publicación de minicuentos


RENATA y la Consejería de Literatura de Norte de Santander, con el apoyo del Banco de la República, Aguas Kpital, Secretaría de Cultura de N. de S., Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero y la Red de Bibliotecas de N. de S., convocan al concurso para la publicación de una antología de minicuento con ocasión de la celebración del bicentenario de nuestra independencia.

Más información: www.tallerliterario.org

COMENTARIOS

RUTAS DEL VIAJE LITERARIO

El Túnel: Sede Sincelejo
Auspiciada por el Centro Literario El Túnel

BIENVENIDOS

TALLER LITERARIO
CECAR - SINCELEJO